¡POR FIN!

¡Por fin!, mis queridos alumnos y alumnas, mis queridas familias; hemos llegado juntos al final de un curso raro, atípico e inquietante. Lo más importante de todo es que todos estamos bien y, eso, no es poco en los tiempos que corren. 

A mis niños y niñas, deseo decirles que son unos campeones, unos guerreros y que estoy segura de que en estos meses han aprendido muchas cosas. No todo se aprende en el colegio y, de lo malo, siempre queda algo bueno. En este caso, aprender que con menos, también se puede vivir y eso es algo que, creo, hemos aprendido todos. También habéis aprendido a cuidar de las personas que más queréis sin verlos; vuestros abuelos y abuelas. Por supuesto, todos habéis aprendido a trabajar on line, digo que si habéis aprendido... 

Son muchas las cosas que se nos han quedado en el camino, las palomitas, la playa, la acampada, pero tendréis otras oportunidades. Mi intención, es que hagamos vuestra despedida, vuestra puesta de Insignia en septiembre, antes de que entréis en el instituto. 

Hoy, que cerramos este curso, también cerramos una etapa de vuestra vida. Espero que el colegio haya sido importante para vosotros y, me siento orgullosa de haber puesto, aunque sólo sea un granito de arena en vuestras vidas. 

Ha sido un placer trabajar con vosotros. Es un placer siempre veros crecer, por dentro y por fuera. Estaré cerca  cuando lo necesitéis, ya sabéis que podéis venir a verme cuando queráis y contarme vuestras cosas porque me gustará mucho veros.

A vosotros, padres y madres, gracias. Muchas gracias por vuestro apoyo, por vuestra comprensión y por la confianza puesta en mi. Espero que os haya merecido la pena.

Porque siempre seréis mis niños, os deseo mucha fuerza y muchos éxitos en este nuevo camino. ¡Os lo merecéis, campeones!

Ahora, disfrutad de vuestra familia, de los amigos, de la playa porque habéis trabajado mucho.

Os quiere, vuestra Seño, siempre, 

Adela.